Crónica: Roberto Isa / Fotos: Victor Guagnini
Dos de las bandas más importantes del thrash metal se dieron cita en un Teatro colmado, cerrando el Vorterix Metal Fest.
Luego de la poderosa presentación de Accept y Grave Digger a puro heavy metal, llegaba el turno de Testament y Kreator, emblemas thrasheros que prometían una noche de furia metálica en el cierre del festival de dos días en el Teatro Vorterix. La abundante oferta musical de abril se vio posibilitada por la gran cantidad de bandas girando por Sudamérica durante el mes, aunque este hecho también conllevaba la posibilidad de que se presente algún contratiempo, debido a la ajustada agenda de los conjuntos transitando el continente casi sin pausa. Esto mismo produjo el retraso en el inicio del show, ya que ambas bandas llegaron al país apenas un par de horas antes del horario pautado para que suban al escenario, obligando a la organización a retrasar el evento.
Con esto en cuenta, pasadas las 20 horas las puertas del Vorterix aún estaban cerradas cuando una multitud ya estaba presente en las inmediaciones, a la espera de poder ingresar mientras la prueba de sonido se apuraba lo más posible dentro del recinto. Against, la banda local invitada para abrir el concierto, tuvo que comenzar su show mientras las puertas se iban abriendo y los primeros espectadores ingresaban. Después del mencionado preámbulo, llegaba ya el momento para que Testament comenzara con la gran cita, y así, el pesadísimo riff de “Rise Up” le dio la bienvenida a lo que sería un show con toda la violencia (bien entendida) que caracteriza a la banda. De inmediato, dos clásicos de la época primigenia de Testament, “The New Order” y “The Haunting”, en una seguidilla casi sin respiro, solo interrumpida brevemente por el vocalista Chuck Billy para presentar al baterista Chris Dovas, sumado de urgencia ante la repentina salida de Dave Lombardo días antes de iniciar la gira por Sudamérica.
Luego de la tríada inicial, vino la primera pausa aprovechada por Chuck Billy para comentarle a la audiencia que estuvieron cerca de no llegar a concretar el show, debido al mencionado retraso en el vuelo, antes de presentar a “Children of the Next Level”, de su más reciente trabajo discográfico “Titans of Creation”. “D.N.R. (Do Not Resucitate)” convirtió al Teatro en zona de guerra (y luego terminaría de convertirse aún más), y permitió apreciar la excelente calidad musical de Testament, con los siempre precisos guitarristas Eric Peterson y Alex Skolnick en total equilibrio con el talentoso bajista Steve DiGiorgio, sumado a la excelente labor de Dovas en los parches. “3 Days in Darkness” arrancó coros de todos los rincones del recinto a pedido de Chuck, antes de que llegara uno de los grandes momentos de la noche con “The Formation of Damnation”, calificado por el cantante como uno de sus temas favoritos. Allí, lejos de toda corrección o cuidado de palabras, el gigante con el micrófono ofició de anunciador para la batalla que tendría lugar en el centro del campo, con el muro de la muerte ocupando casi todo el espacio mientras que Billy les pedía a los de un extremo que “maten” a los del otro lado y viceversa. El público, feliz de la vida respondiendo al pedido mientras los cuerpos eran revoleados por la marea de un pogo salvaje como los de antes. Diversión total.
Llegando al final del breve pero contundente acto, “Over The Wall” y “The Preacher” (que según Chuck no estaba incluida en el setlist pero fue sumada sobre la marcha) continuaron el camino del thrash más puro y directo, antes de que “Into The Pit” le pusiera cierre final a la presentación de Testament, celebrada por una audiencia que aún necesitaba más. Luego de una breve pausa, y mientras las estrofas de “Run To The Hills” de Iron Maiden eran cantadas por todos los allí presentes, llegaba el turno del acto central de la noche. Y allí el telón se corrió cuando ya se había hecho presente el vendaval sonoro de “Hate Über Alles”, una demoledora joya del disco homónimo editado el año pasado, para darle inicio a la fiesta thrashera de los alemanes. Sin dejar ni un segundo de espera, “People of the Lie” continuó la locura poguera al tiempo que un fragmento de “Awakening of the Gods” mostró la primera interacción del guitarrista y cantante Mille Petrozza con el público, pidiéndoles que abran la ronda por completo, y arengando a la gente de los balcones del Teatro a lanzarse si así lo deseaban para lo que sería una auténtica batalla campal durante su ejecución.
Luego, llegó una de las favoritas de sus fans, “Enemy of God”, cantada por absolutamente todos los allí presentes. Kreator suma ya 7 visitas a la Argentina, y en ese lapso fue forjando un enorme vínculo con sus fans, hecho reflejado en la locura desatada en toda la presentación, coreando el nombre de la banda durante cada intervalo, lo que fuera agradecido por los músicos durante el recital. “Estaba secretamente esperando este momento”, dijo Petrozza al escuchar las enardecidas estrofas del “Olé Olé Olé, Kreator” (acomodando ingeniosamente las sílabas para la rima). Además de Petrozza, el otro miembro original que permanece en Kreator es el baterista Jürgen “Ventor” Reil, quién se lució con una cátedra del instrumento en toda la noche, especialmente en temas como “Betrayer”. Sami Yli-Sirniö, guitarrista líder, aporta la cuota de virtuosismo a la banda, destacándose en contribuciones como el solo melódico de la violentísima “Hordes of Chaos (A Necrologue for the Elite)”. La formación se completa con el bajista Frédéric Leclercq, ex miembro de Dragonforce, presente en Kreator desde 2019, y que tuvo su debut en tierras argentinas con los colosos alemanes.
“Íbamos a girar en 2020 por Europa y empezó la pandemia, escribimos esta canción sobre esa época”, dijo Petrozza al presentar “666 – World Divided”, antes de que la banda arremetiera con una trilogía asesina durante “Phantom Antichrist” (con un excelente solo de Yli-Sirniö) , “Strongest of the Strong” y “Terrible Certainty”. “Nos dan mucha energía”, comentó Petrozza a la vez que saludaba a sus compañeros de gira, Testament, en la renovada versión del tour “Klash of the Titans” que los encuentra juntos. Una pausa y el regreso para los bises, sonando el track de “The Patriarch” y sus guitarras gemelas, que le dio paso a “Violent Revolution”, tema al que su nombre adjetiva muy bien: headbanging, pogo demencial y fiesta thrashera total. “Flag of Hate” se ocupa de flamear la bandera del thrash (graficado por Petrozza con bandera en mano), para que luego llegara el gran cierre de la noche con “Pleasure To Kill”, una auténtica enciclopedia del estilo que le puso punto final a una cita que fue una auténtico homenaje al thrash metal llevado a cabo por dos de sus mejores exponentes.