Crónica: Roberto Isa / Fotos: Maru Debiass

Luego de algunas postergaciones, Sonata Arctica tuvo su regreso triunfal a la Argentina. Repasando veinticinco años de carrera, los finlandeses hicieron vibrar el Teatro Flores.

La pandemia causó, entre muchas otras cosas, la reprogramación de todos los recitales pautados durante los recientes años. En el caso de Sonata Arctica, la postergación derivó en sucesivas reprogramaciones, desde la original fecha de 2020 a 2022, y finalmente, al 21 de marzo de 2023. La tercera fue la vencida, y los comandados por el cantante Tony Kakko desembarcaron en Buenos Aires para ofrecer un show en el marco de la gira celebración de su aniversario número 25.

En la presente temporada, se vive un auténtico aluvión de recitales en Argentina. Sin embargo, este hecho no afectó al recital de Sonata Arctica en absoluto, ya que las localidades de El Teatro se encontraban completamente agotadas, lo que aseguraba un excelente marco para el concierto. Luego de los locales Silverheart y Ariadna Project, llegaba el turno de los finlandeses con un recinto ya repleto. Apenas minutos después de las 21, la banda ingresó directamente al escenario mientras aún sonaban las estrofas de “Always Look on the Bright Side of Life”, el clásico de Monty Python que habitualmente oficia de introducción a los shows de Sonata. Tony Kakko le pidió a la audiencia sumarse al pegadizo estribillo de la canción, e inmediatamente le dio comienzo al show con la enérgica “The Wolves Die Young”, para continuar enseguida con “The Last Amazing Grays”, tema que arrancó coros de todos los presentes.

Sonata Arctica en el Teatro Flores

“Estamos celebrando 25 años, así que vamos a tocar temas de toda nuestra discografía”, anunció Tony en el tramo inicial del recital, y su palabra sería cumplida ya que a lo largo de la noche se hicieron presentes canciones en representación de los 10 discos de la banda editados hasta el momento. Así, pasaron grandes clásicos como “Kingdom for a Heart”, del álbum debut de la banda, “Ecliptica”, y composiciones más recientes como “Storm the Armada”, canción perteneciente a “Talviyö”, el último trabajo discográfico editado en 2020. En este repaso discográfico que ofrece la banda en sus shows, queda claro el sello distintivo de Sonata Arctica: la melodía. La faceta melódica los distinguió a lo largo de su carrera con respecto a sus contemporáneos del power metal (si bien el mismo Tony reniega de encasillarse en el subgénero) y expresa la mejor cara de la banda, capaz de lograr melodías coreables, sutiles y a su vez poderosas, como ocurre con “Sing in Silence” o “Closer to an Animal”.

El poder del más tradicional power metal se hace presente en “Black Sheep”, abriendo paso al medio tiempo melodioso de “Broken”, en una constante del recital, donde al vértigo musical le prosiguen los temas cadenciosos y melódicos, como sucede también con “I Have a Right” y la excelente balada metalera “Tallulah”, para que luego llegue uno de los momentos más destacados de la noche con la interpretación de “FullMoon”, uno de los temas principales del repertorio de Sonata, que marcaría el final del primer tramo del concierto, con todo el Teatro Flores cantándolo al unísono.

Sonata Arctica en el Teatro Flores

Regresando para los bises, Tony Kakko tomó el micrófono para declarar: “En todos lados donde me preguntan por la mejor audiencia del mundo siempre doy la misma respuesta: ¡Argentina!”, palabras que entran en consonancia con la entrevista que le concediera a El Culto previo a la fecha original de este recital. Pero Tony tenía aún más en el repertorio del frontman que sabe cómo ganarse a la audiencia: “Hace unos meses vimos el mejor partido de la historia del fútbol…y estamos muy felices por quién lo ganó”. Como era de esperarse, el Teatro entró en ebullición ante la referencia mundialista, hecho que fuera aprovechado a la perfección por el cantante para entonar, a capela con el público, el estribillo del clásico deportivo por excelencia; “We Are The Champions”, de Queen.

Para el final, quedaban dos grandes clásicos de la banda, “The Cage” y “Don’t Say a Word”, contundentes temas que permiten de paso el lucimiento del baterista Tommy Portimo, el otro miembro original junto a Kakko, y del guitarrista Elias Viljanen, quien se encarga con total soltura de ejecutar composiciones de un prodigio del instrumento como Jani Limatainen, quien fuera el guitarrista original de Sonata Arctica. Claro que no menor es el aporte del tecladista y segunda voz Henrik Kilngenberg y del sobrio bajista Pasi Kauppinen, el miembro más nuevo de la banda. Pero más allá de los nombres propios, lo que termina de configurar la propuesta de Sonata Arctica en vivo es esa precisa manera de desarrollar melodías y llevarlas a escena con total naturalidad, con la experiencia que da tener 25 años siendo uno de los máximos exponentes de la melodía nórdica.