Para 1985, los caminos de Van Halen y su carismático frontman David Lee Roth se habían separado. Mientras Roth encontraba su éxito como solista recuperando el sonido que le dió fama a Van Halen, Eddie continuaba buscando la evolución.

La banda comenzó a buscar reemplazo, sabiendo que eran muy bajas las chances de sobrevivir después de haber perdido a su Cantante principal. Grandes nombres de la industria fueron considerados para ocupar su lugar, entre ellos Jimmy Barnes, Pete Townshend y Patti Smith. Sin embargo fue Claudio Zampolli, un reconocido mecánico de autos, quien conectó a Eddie con el nuevo cantante.

Sammy Hagar ya era un artista consagrado con su banda Montrose y su aún más exitosa carrera solista, que incluyó los éxitos “I can’t drive 55” y “Heavy metal”. La química entre los músicos fue inmediata y con la incorporación Sammy se inauguraba la época más exitosa de Van Halen, de la cual presentamos cinco canciones indispensables:

1. Why can’t this be love

Cuando la nueva formación empezó a componer en el estudio, el sonido de Van Halen cambió totalmente. Eddie había tomado también el rol de productor y aunque los solos de guitarra seguían siendo protagonistas,  la agresividad de los primeros discos de Van Halen quedó atrás, abriendo paso a un sonido más pulcro con mayor uso de teclados y sintetizadores, y a baladas con letras más profundas. Un claro ejemplo de este cambio fue “Why can’t this be love”, perteneciente a “5150” de 1986 , el primer trabajo de Hagar con el grupo.

Esta canción, que fue además el primer single de la nueva formación, se convirtió rápidamente en un éxito. A pesar de aparentemente traicionar todo lo que habían cosechado al cambiar su sonido a costa incluso de su fan base original, Sammy se ganó rápidamente el aprecio de gran parte del público. Quizás no era un gran frontman como David Lee Roth, pero compensaba todo con su impecable trabajo vocal. Al respecto, Eddie dijo en su momento: “Perdimos un front man, pero ganamos un cantante”.

 

2. Dreams

Durante la primera semana “5150” vendió un millón de copias. Su segundo single, “Dreams”, es una de las canciones más valoradas por los fans hasta el día de hoy, especialmente por su letra profunda y motivadora.

Sobre el proceso creativo del tema, Sammy comentó “Después de “VOA” y “I Can’t Drive 55”, y con mis tres álbumes platino consecutivos, me dije: “Tengo suficiente dinero y estoy lo suficientemente feliz con mi éxito que quiero tomar un descanso y raparme la cabeza, algo que no hacía desde el ‘77. Empecé a leer a Ruth Montgomery, Ayn Rand, Ouspensky, la teoría de la relatividad de Einstein. Quería escribir sobre eso, sobre dimensiones, extraterrestres, vidas pasadas. Empecé a escribir ese tipo de canciones y había escrito “Give to Live” y “Eagles Fly”, que luego se convirtieron en canciones de mi próximo disco solista, esa era la dirección en la que quería ir. Entonces, apareció Eddie con esta música hermosa, y cuando nos miramos a los ojos, fue como: “Vos me inspiras”. Lo que aporté a Van Halen fue simplemente quién soy. No fue un accidente, no fue planeado. Fui yo, quién era en ese momento, pero muy inspirado por la música de Eddie Van Halen”.

 

3. Finish what you started

Entre el hard rock característico de los primeros trabajos del grupo y el pop-rock melódico y romántico que trajo la incorporación del nuevo cantante, encontramos en el disco de 1988, “OU812”, una canción que llama la atención por su estilo muy diferenciado que combinó elementos del blues y country, siendo una de las pocas oportunidades en las que Sammy tocó la guitarra ritmica.

El riff del tema fue compuesto por Eddie a las 2 de la mañana, quien de inmediato se dirigió a lo de Hagar, que en ese momento era su vecino. Juntos completaron la canción en el balcón esa misma noche.

 

4. When it’s love

Desde una introducción de teclado que muta en un poderoso riff de guitarra, hasta los coros intensos y llenos de expresividad, el segundo single de “OU812” (podría decirse que además es la canción más emblemática del disco) es una balada en la que todos brillan.

“OU812” alcanzó el puesto número 1 en el Billboard 200 en uno de los momentos más competitivos en la historia de las listas de éxitos, enfrentándose a otros icónicos discos como “Hysteria” de Def Leppard, “Faith” de George Michael, “Appetite for Destruction” de Guns N’ Roses y la banda sonora de “Dirty Dancing”.

 

5. Poundcake

“For Unlawful Carnal Knowledge” fue considerado un regreso a las raíces de la banda: después de dos discos consecutivos con gran presencia de teclados, este álbum de 1991 encontró a Eddie pasando mucho menos tiempo con sus sintetizadores (los cuales fueron reemplazados por pianos)  y más con sus guitarras.

Este cambio resultó en canciones como “Poundcake”, una de las más hard rockeras de la era de Sammy Hagar. Utilizando un taladro eléctrico cerca de las pastillas de su guitarra en la introducción y en el solo, Eddie logró darle a esta canción un toque inconfundible. Sin embargo, el guitarrista declaró que la incorporación de la herramienta no fue más que un accidente creativo producto de una casualidad.

Fue gracias a este disco que el grupo ganó su primer Grammy en 1992 en la categoría de “Mejor Interpretación de Hard Rock con Vocal”.

 

Con Hagar, Van Halen no solo cambió su cantante, sino también su estilo, sonido, su método de producción y el enfoque general hacia su música, estableciendo una fórmula que fue un éxito comercial en los Estados Unidos. Los cuatro álbumes de estudio producidos durante este período alcanzaron el puesto número 1 de las listas Billboard y el término “Van Hagar” se había vuelto tan omnipresente que hasta Warner Bros les sugirió que adoptaran el nombre.

Si bien David Lee Roth fue crucial para establecer a la agrupación en sus comienzos, Sammy Hagar jugó un papel fundamental en mantenerla en la cima y llevarla incluso a nuevas alturas. Ambos cantantes fueron esenciales para la evolución y el éxito continuo de Van Halen, consolidando su legado como una de las bandas más icónicas del rock.